SOBRE EL COSTO DE LA BUENA IMAGEN O LAS NUEVAS ESCLAVITUDES
SOBRE EL COSTO DE LA BUENA IMAGEN O LAS NUEVAS ESCLAVITUDES Jaime Rivas D. Pacífico colombiano 2015. Un amigo del colegio, por allá en los años ochentas, un día hizo de sí mismo el siguiente comentario: hoy soy un negro caro . Se refería a que llevaba puesto encima más de ciento cincuenta mil pesos colombianos ($150.000) en camisa, pantalón, zapatos, reloj, anillos y cadena, que para esa época era una cantidad considerable de dinero. Otro compañero que escuchó el comentario, le repostó: la plata que cargo no me alcanza para comprarte . Mi amigo no entendió la puya del otro, solo se sonrió orgulloso. Recuerdo ese hecho siempre que me pregunto por la ansiedad y el afán de la personas por cultivar una buena imagen de sí mismo mediante lo que llevan puesto: la ropa, los zapatos y las joyas, de marca. Obviamente se tiene derecho a sentirse bien presentado ante los demás y un buen traje te protege del clima, sea frio o calor, que es la necesidad básica por la que los hum