De la prepotencia del poder o la ignorancia empoderada.
De la prepotencia del poder o la ignorancia empoderada. Últimamente no falta en la semana un comentario de los políticos del Centro Democrático que sorprenda al país no por su inteligencia sino por su tremenda ignorancia. Y desde esa ignorancia, que estimula su prepotencia, todos ellos hablan de lo inconveniente de los Acuerdos de la Habana y de su intención de aniquilarlos para que no se convierta Colombia en una Venezuela dirigida por el castrochavismo que nos llevaría al temido socialismo o quizás, más terrorífico aún, al comunismo. De hecho, un precandidato de este partido dice que asumiría incluso el rearme y la guerra con FARC. Así hablan los que han visto la guerra desde sus palacetes o desde las playas de veraneo en el extranjero, tomando wiski con la plata de los colombianos. Ya por sí solo, el concepto de castrochavismo es un embeleco conceptual con que la élite conservadora y guerrerista del país ha querido asustar a los colombianos: es el mismo método usado en la h