De la religión en los colegios públicos
De la religión en los colegios públicos Hace unos años fui a recoger a mi hija en uno de los colegios de Tumaco, que había sido manejado alguna vez por la iglesia católica y sus monjas y sacerdotes, y aproveché para preguntarle a una de las profesoras por qué dictaban religión y obligaban a las niñas a estar de pie rezando el rosario católico por más de una hora todos los días. La profesora me respondió de mala manera: “porque este colegio es católico y si no le gusta matricule su hija en otro colegio”. Este hecho me hizo recordar que en mis años de bachillerato la única materia que perdí fue religión, en noveno grado. La razón: en la clase, la profesora se dedicaba a enseñarnos a rezar y yo le dije que no lo iba hacer porque yo era ateo. No valieron los argumentos de que había estudiado la biblia con otras religiones, que prefería entender el mundo desde las ciencias, la evolución, el big bang, etc. La señora se enojó y me clavó un uno. En otra ocasión, escuché el t