De una soledad
De una soledad
Acompañado
de una soledad triste y callada
bajo las
velas rotas de mi barca
trazo
un camino de sombras
y me
pierdo en mis propios pasos.
No
sigo a nadie y nadie me sigue,
mis manos
van vacías de otras manos
y juegan
con el viento mientras marcho.
En las
espumas que transportan la risa de una marejada.
veo mi
sombra que pasa como un fantasma,
voy a
donde nacen las olas y se muere el sol cada día
donde reposan
las estrellas que cayeron la otra noche.
La
luna esquiva juega conmigo a esconderse,
los nubarrones
le ayudan.
El
cielo aún no se ha quebrado,
recuerdo
su llanto cuando se vuelve en pedazos
y los gritos
de protesta de los pájaros playeros
que de
vez en cuando anidan en mi cabeza.
Cuando
estabas, la playa era soleada y el mar reía,
del
cielo venía un canto de pájaros felices
y mis
pasos eran fuerte y profundos,
como mi
voz.
Ahora
solo me acompaña esta soledad
de cielos
grises y tardes frías
de pájaros
llorones y de cielos rotos, cada día.
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