DEL DERECHO AL MEDIO AMBIENTE EN TUMACO-II.

 

DEL DERECHO AL MEDIO AMBIENTE EN TUMACO-II.

Jaime  Rivas Díaz

 


La planeación estratégica nos ha enseñado algo que los viejos de nuestros pueblos ya sabían: cuando usted quiere deshacerse de un árbol o una planta usted no corta solo las hojas, usted va y corta las raíces, para que el árbol o la planta no vuelvan a crecer.

 Este sencillo pensamiento hay que aplicárselo al problema de las basuras que invaden el planeta y que hoy preocupa a la administración distrital de Tumaco, al punto de convocar la participación de la sociedad civil a una Mesa o Comisión Distrital de Residuos Sólidos. Lo que aquí no hay que olvidar es que las basuras o residuos sólidos son las hojas de un árbol mayor que es el sistema productivo capitalista que está acabando con el planeta. Trabajar solo en la basura es como cortar las hojas del árbol y seguir con el problema porque el árbol siempre va a dar hojas y usted se esclaviza cortando y cortando y el árbol permanece si  usted no lo quita de raíz.

 Como se planteó en la pasada columna, la contaminación por basuras o desechos sólidos solo es uno de los problemas ambientales que afronta Tumaco y como el ambiente es un sistema hay que pensar de manera sistemática en los factores problemáticos así como en las soluciones, lo otro son acciones populistas que en nada contribuyen al bienestar de la comunidad.

 Tumaco enfrenta por lo menos cinco problemas ambientales que ponen en riesgo la vida, la producción económica, los recursos y el conjunto de la sociedad tumaqueña. Esos problemas son: la contaminación por hidrocarburos por el continuo derrame de petróleo crudo en ríos como Caunapí, Rosario y Río Mira, y el uso de motores a gasolina y aceites para motores en las playas, esteros y la ensenada. Todo esto ya tiene efectos palpables en la fauna y flora marina del distrito.

 El segundo problema es el calentamiento global que amenaza con el crecimiento del nivel de los océanos de manera que pone en peligro a ciudades costeras  como Tumaco que están al nivel del mar. La permanente crecientes de las mareas va impactar de manera profunda las ciudades que no tomen las medidas necesarias ahora, no después de que las olas inunden las calles de la ciudad.

 El tercer problema es el Fenómeno del Niño que anualmente incrementa las lluvias y es la causa de las inundaciones que producen los ríos de la subregión como los de Colombia en general. Tanto el fenómeno del Niño como el calentamiento global van a tener impactos en la agricultura local, con seguridad ya hay efectos que no se han estudiado. Para dar un ejemplo, los que hemos crecido en este pueblo recordamos que Agosto y Septiembre eran  los meses de las cometas, el cielo cruzado de cometas multicolores elevadas por el viento; pues qué ha pasado, hora no hay cometas y en vez de eso tenemos la ciudad inundada por la lluvia y las noches de lluvia torrentosas.

El cuarto problema es el de la contaminación por los residuos sólidos ligados al sistema productivo del capitalismo internacional y que llega a nuestras comunidades gracias a los centros comerciales que importan las mercancías enchuspadas, embotellas y protegidas con materiales no reciclables que sin un uso específico terminan en la basura. Y en Tumaco ya nos cogió ventaja este sistema y su basura. De nada sirve movilizar a la población para recoger y disponer la basura correctamente si en la semana del mercado voy a traer más basura.

 Por último esta la permanente amenaza de riesgo de terremoto maremoto. Según los estudios sismográficos, en Tumaco tiembla todos los días solo que con distinta frecuencia. Por estar en la cadena oceánica del Pacifico un terremoto maremoto es de lo más posible. Ya ha pasado y pasará, solo hay que mirar nuestros vecinos en el continente: Chile, Argentina, Perú, Méjico, Estados Unidos…

 Todos hemos oído de los Tumac, antiguos indígenas que poblaron este territorio. Ahora se tiene la hipótesis de que esta maravillosa cultura artística, después de siglos de adaptación al territorio mediante habitaciones lacustres (Barbacoas) y canales para enfrentar las inundaciones de los ríos, desapareció de repente. Algunos piensan que la causa fue un terremoto- maremoto más potente del que destruyó Tumaco y el Charco en 1979. Cuando camino por el centro de Tumaco y veo esos edificios de más de cuatro pisos pienso en las casas de concreto que se cayeron la noche del temblor del 79 y pienso si no estamos jugando con el peligro sísmico. Y este riesgo, es otro factor ambiental que amenaza a Tumaco y al cual tampoco atendemos. La ciudad de Tumac se construye sin que exista una autoridad, una política que prevenga el riesgo probable de un sismo.

 Por lo dicho, es que creemos que la administración distrital de Tumaco debe liderar la construcción de una política pública de medio ambiente más completa y que asuma los cinco problemas estructurales que afectan el ambiente y por tanto la calidad de vida de los habitantes del distrito, que convoque  la población, a la academia, los consejos comunitarios,  las ONG y al Estado a pensar en cómo resolver o enfrentarlos.

 Un proceso con una comprensión más amplia seguramente nos llevaría a pensar en qué sueñan los tumaqueños como  su ciudad, a la recuperación de técnicas y productos tradicionales naturales, como las frutas locales  que satisfacen la nutrición de la población evitando el consumo de productos altamente azucaraos y salados, que es lo que viene del comercio internacional.

 Si en las escuelas enseñamos a los niños a consumir las frutas que se dan en su medio, si incentivamos a las familias rurales para que vuelvan a cultivar los productos tradicionales, si promovemos el consumo de estos productos sanos, a lo mejor no vamos a tener basura porque son productos naturales y las cascaras y semillas que no se consumen sirven de abono o tienen usos en medicina tradicional  u otras áreas.

 Para el caso del Calentamiento global y el fenómeno del niño hay que trazar otras estrategias: por ejemplo, motivar la reforestación, mantener nuestra cobertura selvática en todo el territorio, investigar más más sobre los efectos de estos fenómenos, investigar y valorar el sistema habitacional lacustre o barbacoano como respuesta a las inundaciones, y aprender de la historia regional.

 Para el tema del sismo es necesario trabajar en normas locales de construcción antisísmica, acordar y difundir esas normas porque su uso sería en su momento la única salvación de las vidas  humanas. Los tumaqueños ya vivimos el terremoto del 79: la casa de concretos cayeron y arrastraron a las de madera que estaban cerca. Las de madera que no estaban junto a las de concreto se salvaron, resistieron.

 En fin, de lo que se trata es de mantener una visión más amplia y un horizonte de planeación a corto, mediano y largo plazo, revisar y pensarlo todo, no dejarnos embaucar por quienes quieren mantenernos mirándonos los pies cuando podríamos estar mirando el horizonte y caminando hacia mejores tiempos.

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