Programa de Fomento de Lectoescritura en la Costa del Pacífico Nariñense
Fundación Renacientes
Programa
de Fomento de Lectoescritura en la Costa del Pacífico Nariñense
Proyecto: Curso de
lectoescritura
Antecedentes de
un contexto problemático: Una generación perdida.
La región del Pacífico colombiano pasó de ser
un paraíso en los años ochenta a una zona de guerra entre los noventas y la
primera década del 2000, y la situación no mejora: en sus principales puertos,
Buenaventura y Tumaco, grupos armados desarrollan una estrategia de muerte y
terror, asesinando, masacrando, extorsionando, secuestrando, cuando no picando
los cadáveres de sus víctimas, en un
despliegue de violencia jamás vivida en la región y que tiene ya cara de
exterminio étnico si se tiene en cuenta que en solo el municipio de Tumaco se
habla de cerca de 50.000 personas desplazadas de sus territorios ancestrales.
¿Cómo resistir a tal nivel de violencia? Nos
preguntamos algunos. Otros prefieren no
preguntar y callar, desplazarse voluntariamente a otras ciudades del país, no
sea que la marea sangrienta los alcance y los ahogue.
Llama la atención que entre los muertos y los
nuevos asesinos de nuestra violencia regional se destaquen los rostros afros de
jóvenes de los ríos y playas de nuestra región. En reuniones en las que se
discute el problema de la coca, hay líderes locales que afirman que la
violencia coquera nos llegó de afuera; pues si esto es cierto, no es menos
cierto que nuestra juventud fue formada en esta violencia, en esta economía de
dólares sangrientos, algunos resistieron, otros se dejaron llevar por ella y
ahora hacen parte de “los más buscados”, los líderes y comandantes… un grupo de
jóvenes negros que nos habla de una generación en peligro de ser absorbida por
el ciclón de la violencia.
Una generación perdida en la ignorancia, en
un contexto que no le provee alternativas distintas que las ilegales. Y ese
contexto se construyó en los últimos años del siglo pasado y lo que va corrido
del presente siglo.
Del
desarrollismo de los noventa a la guerra del dosmil.
La historia de olvido de estos territorios
por parte del Estado colombiano llevó a que en los años ochenta amplias capas
de la sociedad regional se movilizaran exigiendo los mínimos servicios públicos
como eran el agua potable y la energía eléctrica. Desde Quibdó en el Chocó
hasta Tumaco, Nariño, la década de los ochenta estuvo caracterizada por los
paros cívicos locales y regionales, que en el caso de Tumaco terminaron con la
asonada del famoso Tumacazo del año 88.
Todo esto ocurría mientras el Estado invertía
en Planes de Desarrollo que no resolvían los problemas identificados por el
grueso de la población.
En el caso de Tumaco, las revueltas de los
ochentas parecen haber estimulado la inversión pública: a comienzo de los años
noventa, de pronto, se pavimenta la vía Pasto-Tumaco, se realiza la
interconexión eléctrica con las redes nacionales, se adoquinan algunas de las
vías urbanas de la isla principal y una extensión de la universidad empieza a
funcionar en Tumaco. Es curioso cómo, con este proceso también se incrementa la
compra de tierras y cultivo de palma aceitera, así como la producción
camaricultora y pesquera. Para algunos,
eran tiempos de progreso, para otros, sobre todo para los que tuvieron que
vender sus tierras y pasar de propietarios a obreros de las palmicultoras,
pronto este publicitado desarrollo no parecía tan bueno.
En esta misma década Colombia estrena nueva
constitución y las comunidades negras una ley que reconoce la propiedad
colectiva de los territorios ocupados por ellas ancestralmente en el Pacífico.
Los años potsconstitucionales son testigos de un arduo trabajo de las
organizaciones étnicas del Pacífico para construir una propuesta para lo que
sería la Ley 70 de 1993 y de reglamentos para el Instituto de Investigaciones
del Pacífico. Luego seguiría el proceso de titulación colectiva de los
territorios de comunidades negras, entre otros aspectos establecidos en la Ley.
También en estos años, la educación de
primaria y básica secundaria, que venía administrando el Estado a nivel
nacional pasa a ser administrada por los municipios como parte de la
descentralización administrativa inspirada en la nueva constitución. Este
evento dio paso a la contratación de maestros por parte de los alcaldes
municipales, lo que se prestó para que los negocios electorales de los mismos
se pagaran con plazas de maestros a personas que, en general, no tenían
formación alguna para serlo.
Así, en el caso de Tumaco, en los años
noventa daba la impresión de que el Estado al fin se había acordado de este
municipio y le pagaba décadas de atraso; sin embargo, si se analiza el efecto
de la municipalización de la educación, no cabe duda de que se avanzó por un
lado y se retrocedió por otro, tal vez por el más estratégico: la
municipalización de la educación dio pasó a una contratación masiva de maestros
sin formación adecuada y a su vez al desestimulo de los maestros tradicionales,
que fueron igualados a los nuevos, no por méritos sino por compromisos
electorales.
Ya la educación local arrastraba problemas de
calidad y cobertura que la hacían inadecuada e inapropiada para las nuevas
generaciones de los noventas, con la llegada de los nuevos maestros la
situación empeoró.
El nuevo milenio llegó y encontró al
municipio con nuevos actores y nuevas situaciones: los cultivadores de coca que
habían sido atacados por el gobierno en el Meta y luego en el Putumayo, vieron
en el municipio un terreno especial para su
negocio. Pronto se volvió a sentir la efervescencia del capital, esta
vez montado en el caballo blanco de la siembra y trasformación de la coca en
pasta de cocaína. Y detrás de la economía coquera vino la consecuente violencia
de los actores armados ilegales y legales. Al ritmo de los corridos norteños,
los jóvenes rurales, mal educados en sus escuelas por maestros letrados
funcionales, presa de la erosión cultural y ética propugnada por la cultura del
narcotráfico, no tardaron en caer en la trampa como raspadores, cultivadores,
transportadores y matones.
Así, Tumaco, gracias a los programas de
desarrollo inadecuados, el monocultivo de la palma aceitera, con una población
empobrecida tanto en lo rural como en lo urbano, pasó a ser uno de los lugares
campeones en cultivos y producción de cocaína; la cultura de lo ilegal se hizo
normal y la situación de la mayoría de la población se vino al traste: los
jóvenes, nacidos en la segunda mitad de los noventa, usuarios de una educación
mediocre y creciendo en el entorno violento del narcotráfico, ahora eran
víctimas y en menor porcentaje victimarios en una guerra interna, no declarada
pero que produjo más de un centenar de desplazados en todo el municipio.
Desatender la calidad educativa hizo más
débil a la población local, más vulnerable y menos competente para resistir el
coletazo de la coca y su violencia.
Justificación: nuestro
problema con la lectoescritura.
El problema de los bajos niveles de
lectoescritura en la región del Pacífico colombiano es estructural y representa
una barrera fundamental del desarrollo, comprendido éste como desarrollo propio
o “buen vivir”.
El municipio de Tumaco, como gran parte del
territorio del Pacífico colombiano, presenta índices muy bajos de calidad en la
educación básica primaria, específicamente en las prácticas de lectoescritura y
matemáticas, que inciden negativamente en el desempeño de los niños y niñas en
el proceso de formación en la educación media y superior.
En el caso de los
municipios, una de las causas de esta baja calidad fue la municipalización de
la educación, que permitió que personas insuficientemente preparadas y con poco
compromiso asumieran la formación de los niños y niñas.
A esto debe sumársele
la inexistencia de bibliotecas escolares para la población infantil de las
zonas rurales; la poca o ninguna promoción de la lectoescritura como estrategia
de comunicación para el acceso a la cultura universal; factores culturales que
desmotivan el ejercicio de la lectoescritura como la idea de que la lectura
enloquece o que las mujeres y los
“negros” no pueden leer porque su fenotipo los capacita a unas para la casa y a
los otros para las actividades que requieran la fuerza y el ejercicio físico,
como los deportes y la música.
Otro factor es la
insuficiente circulación de libros, periódicos y demás textos impresos con
textos de interés para la población general, que induce la falsa idea de que no
se requiere de la lectoescritura mientras pueda ser remplazada por medios
electrónicos como los teléfonos celulares, la Internet, la radio o la
televisión.
La etnoeducación
afrocolombiana tiene un fuerte énfasis en la tradición oral y la identidad
étnica; en este caso, el fortalecimiento de la lectoescritura podría aportar al
reconocimiento de esta tradición oral y, a partir de ella, fomentar una
tradición escrita afrocolombiana que nos conecte con la cultura universal.
Objetivos
Objetivo
General
Fomentar la creación de cultura letrada en la
población del Pacífico sur colombiano,como una estrategia de desarrollo propio,
a partir de la tradición oral
afropacífica, el estímulo de la lectura y la escritura, la producción
literaria,y la comunicación intercultural con el mundo letrado de la cultura
“universal”.
Objetivos
específicos
1.
Potenciar en el participante sus habilidades
metacognitivas que favorezcan la comprensión de lectura, el uso adecuado de la
gramática del idioma español, y el análisis sintáctico y semántico de distintos
textos.
2.
Promover en el participante el hábito de las
lecturas recreativas, comprensivas y analíticas, como parte de sus procesos de
estudio, de recreación y comunicativos.
3.
Acercar al participante a la producción
literaria nacional e iberoamericana, conociendo y valorando las creaciones de
los autores más representativos.
4.
Estimular la escritura creativa de os
participantes.
Principios
metodológicos
1.
El saber es una construcción social: tanto el
orientador del taller como el participante son aprendices de un nuevo saber a
partir del conocimiento propio.
2.
En algunos casos, el orientador es un
mediador social de la información que el participante desconoce.
3.
Se entiende el taller como un espacio
creativo, participativo y democrático, donde crecemos en conocimientos y
experiencias.
4.
En el taller, el dialogo es el principio
metodológico principal: todo está en discusión.
5.
Las temáticas abordadas desde los textos y
los ejercicios de lectura y escritura parten de la cotidianidad de los
participantes y se complejizan desplazando el interés a textos de otros contextos.
Esquema
didáctico
1.
El taller inicia con una presentación del
tema de los textos a construir, leer o comprender. Estos temas parten de los
intereses de los participantes o pueden ser propuestos por el orientador
siempre que sean cercanos a la cultura e interés de los participantes.
2.
A partir de la presentación del tema y la
formulación de preguntas generadoras, los participantes discuten sobre el temaponiendo
en práctica su cocimiento previo y sus
experiencias.
3.
En el caso de ejercicios de comprensión de
lectura, luego de leer el texto
individual o en grupos, se hace un
análisis de lo comprendido.
4.
De lo expuesto por los participantes, el
orientador agrega o señala aspectos sintácticos o semánticos del texto leído.
5.
A continuación, los participantes escriben
textos sobre el tema tratado donde exponen sus comentarios sobre el tema del
texto leído y sus propias opiniones sobre el texto.
Participantes
El taller se ajusta a cualquier tipo de
participantes siempre que tengan un nivel de lector funcional. Con los
participantes iletrados la metodología cambia.
Resultados
Hasta el momento hemos experimentado el
trabajo con estudiantes del programa Técnico de Secretariado Ejecutivo del
Instituto Técnico Iberoamericano con los siguientes resultados:
1.
En los talleres realizados, la metodología
permite reducir la barrera inconsciente que se autoimponen los participantes
que expresan no gustarles la lectura.
2.
De las 38 participantes del total de los dos
grupos, aproximadamente el 80% demostró, por sus ensayos, que leyeron el libro
recomendado como trabajo final del taller: Carta
a un niño que no llegó a nacer de Oriana Fallaci.
3.
La participación de las participantes mejoró
cuando leyeron el libro porque los temas tratados (El aborto, las mujeres madres solteras) les
eran cercanos. Esto también estimuló la expresión de su pensamiento en los
ensayos finales.
4.
La participación en las discusiones sobre los
temas (Relación Hombre – Mujer, Violencia basada en género, Derecho de las
mujeres…), se enriquecieron con historias referidas a la cotidianidad de las participantes
demostrando interés y capacidad de
análisis.
5.
Se hizo muy evidente una visión religiosa,
conservadora, de las participantes sobre el tema del aborto.
Anexos
1.
Fotos
2.
Textos de participantes.
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